Objetivo general:
Evaluar la consistencia y la orientación a resultados de los programas públicos definidos en el objeto de estudio con la finalidad de proveer información que permita retroalimentar su diseño, gestión y resultados.
Objetivos específicos:
1. Determinar en qué medida el diseño del programa es pertinente para resolver el problema que se pretende atender, así como su vinculación con la planeación sectorial, la consistencia entre el diseño y la normatividad aplicable.
2. Identificar en qué medida colaboran otras políticas para la asistencia que el programa pretende atender.
3. Identificar si el programa cuenta con instrumentos de planeación y orientación hacia resultados.
4. Examinar si el programa ha definido una estrategia de cobertura de mediano y de largo plazo y los avances presentados en el ejercicio fiscal evaluado.
5. Analizar los principales procesos establecidos en las Reglas de Operación del Programa (ROP) o en la normatividad aplicable; así como los sistemas de información con los que cuenta el programa y sus mecanismos de rendición de cuentas.
6. Demostrar si el programa cuenta con instrumentos que permita recabar información para medir el grado de satisfacción de los beneficiarios o destinatarios del programa y sus resultados.
7. Examinar si los resultados del programa son satisfactorios respecto a la atención del problema para el que fue creado.
En general se detecta que el programa cuenta con información importante que no está sistematizada, por ejemplo las encuestas de satisfacción que se aplican a los beneficiarios; es bastante notoria la falta de personal capacitado para desarrollar actividades como éstas.
Se detecta que es importante que el personal operativo del programa conozca metodología de marco lógico y de evaluación de programas públicos para que tengan mayor claridad de las metodologías, procesos y los objetivos del programa y a los cuáles contribuyen con su trabajo y desempeño (no hay claridad de ¿para qué es importante el programa?, en su planeación; así como en la generación y sistematización de información, entre otras cosas). Particularmente en el tema de las evaluaciones ¿cuál es la metodología?, los fines y alcances de las mismas. Es grave y notorio el desconocimiento por parte del personal operativo al respecto y se sigue pensando e interpretando a éstas como auditorías por lo que es evidente y persistente el “temor y negación” para proporcionar datos e información a “agentes externos al programa” tanto al interior de la propia dependencia como al exterior, lo que hace muy lento y complejo el proceso de evaluación.
Por último se evidencia la necesidad de plantear para el programa su respectiva MIR que sirva para monitorear en específico el programa, pues al aparecer como componente de la MIR de DIF Estatal se dificulta el seguimiento y monitoreo de programa como tal.